El Barça dejó sin opciones a Casademont Zaragoza y venció por 109-68 en un enfrentamiento que tuvo a Willy Hernangomez como gran protagonista, pívot que dominó la pintura y anotó 23 puntos y capturó 14 rebotes con un 44 de valoración. Grimau descartó a Ricky Rubio en la previa del partido y permitió que hombres de segunda unidad como Brizuela o Paulí tuvieran minutos de calidad.
El partido empezó con más ganas que aciertos. Vesely abrió la lata con una jugada de tres puntos después de ver como ambos equipos erraban sus dos primeras posesiones, pero ni Barça ni Zaragoza encontraban estabilidad en ataque después de los primeros cuatro minutos (4-4). Los visitantes empezaban a castigar en el rebote ofensivo, con un Mitchell Watt especialmente listo en segundas oportunidades y que obligaba a Grimau a mover ficha con el ingreso de Willy en pista, un cambio que marcaría un antes y un después. Un intercambio de triples entre Laprovittola y Bell-Haynes, quizás los dos exteriores más habilidosos sobre el parqué, marcaron los últimos compases de cuarto (15-14) mientras que Hernangómez castigaba a Kravic cada vez que recibía el balón en el interior. El español era imparable a espaldas a canasta y se fue a la línea de tiros libres hasta en cuatro ocasiones, colocando también un tapón en transición que hizo levantar a todo el Palau. Con 10 puntos y 3 rebotes, fue el gran protagonista de los azulgranas en el término de un primer periodo con pocos fuegos artificiales (21-16).
El Barça subió el tono físico al inicio del segundo cuarto y Abrines remató la faena con su primer triple de la tarde que ponía la máxima hasta el momento (26-18). La asignatura pendiente para los de Grimau era corregir los errores en el rebote y no conceder facilidades a Zaragoza para mantenerse dentro del partido. Ya eran 8 los puntos que el cuadro maño había anotado en segunda oportunidad. Brizuela asumió responsabilidades desde el banquillo y castigó a los de Porfirio Fisac tras el tiempo muerto (33-22), mientras que McFadden anotaba su primera canasta en juego en el ecuador del segundo cuarto con un tiro circense. Quien tampoco fallaba era Kalinic con cinco puntos consecutivos que ponían otra vez una distancia cómoda en el marcador (40-29), el segundo máximo artillero de los culés en la primera mitad y clave en la defensa en el perímetro. Un triple totalmente liberado de Joel Parra cerró la primera parte con un resultado de 50-34, un encuentro controlado por el Barça en fase ofensiva y con un Willy Hernangomez dominador (12).
El Barça no baja revoluciones en la segunda parte
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La arenga de Grimau en los vestuarios motivó al Barça para salir aún más enchufado en la segunda parte y tratar de rematar la faena lo antes posible. No había signos de desconexión en el conjunto culé y Casademont continuaba fallando tiros fáciles (55-36). Willy llevaba la batuta en ataque y se hacía amo y señor de la pintura. El madrileño era imparable y todas las posesiones pasaban por sus manos, sin perdonar tampoco los tiros fallados de sus compañeros que él convertía en canasta. Se atrevió incluso con un triple… y no falló. 68-44 para el Barça en un partido que se convertía en un festival culé desde fuera del arco (50%) y que hacía prácticamente imposible una remontada de Zaragoza, que ostentaba un paupérrimo 1/14 en triples. El tercer tiempo acabó con sensaciones de partido más que decidido pese a la tímida reacción visitante (79-54).
El último periodo fue un trámite para el Barça, que no bajó las revoluciones con los hombres de segunda unidad y mantuvo un ritmo alto en ataque. Jabari Parker era quien amasaba más balón en un partido roto y sin demasiada emoción en el marcador (88-60). Las defensas brillaron por su ausencia en el tramo final de un partido que finalizó por 109-68. Willy Hernangomez, con 23 puntos, y Kravic, con otros 18, fueron los máximos anotadores de sus respectivos equipos.