El autobús siniestrado este lunes en Esplugues de Llobregat, tras caer en el agujero de una obra, espera destino ahora en un aparcamiento de autobuses. El vehículo fue trasladado al polígono industrial Pedrosa de l’Hospitalet de Llobregat la noche del lunes y desde entonces puede verse en un solar junto a otras unidades fuera de servicio, como ha podido comprobar ese diario.
La imagen de la carrocería da cuenta de la gravedad del accidente, que dejó un herido crítico, otro grave y una docena de afectados leves. Una cinta de advertencia rodea el autobús en el parking, para que nadie entre en él. La luna de cristal frontal está completamente destrozada.
En contraste, la pantalla frontal se ha conservado casi intacta y todavía luce la ruta prevista y el número de línea: “L10 Sant Feliu per l’Hospitalet”, operada por la empresa Rosanbus. El lateral derecho tiene lastimadas las puertas de acceso y todas las ventanas, muestra del impacto recibido al caer de lado.
El bus circulaba por la carretera de Esplugues el lunes al mediodía cuando se precipitó por una zanja la frontera entre Esplugues y Cornellà, a la altura del número 262 de la avenida. Transportaba a unos 25 pasajeros. Se trata de una obra en los antiguos terrenos de la Unió Esportiva Rayo Esplugues donde precisamente en septiembre falleció un trabajador tras un accidente.
Como explicó este diario el martes, el conductor del autobús había comunicado a la central que se encontraba mal pocos minutos antes de caer al agujero. El centro de control le recomendó que parara, pero la comunicación se cortó justo después de decirle que le enviaban una ambulancia.
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Al parecer se desvaneció y perdió el control del vehículo. Había iniciado su turno pocos minutos antes. Fue uno de los dos heridos graves y evoluciona favorablemente.