El matrimonio salmantino formado por Manuel Ángel Hernández y Purificación Manzano, de 68 y 67 años respectivamente, viajaban en el autobús del Imserso que volcó el lunes al salirse de la carretera y caer por un terraplén en Sant Llorenç.
“No creo que el conductor fuese muy rápido. Lo que pienso es que frenó tarde,el vehículo patinó y se salió de la carretera”, apunta el marido. “El autobús cayó muy lento. Al derrapar, se fue de atrás y volcó en una zona de arbolado y de olivos”, explica desde el hotel del Arenal donde se alojan.
El siniestro del autobús del Imserso ocurrió sobre las 9.45 horas del lunes a la altura del kilómetro 5 de la Ma-4030, la carretera que une Sant Llorenç con Son Servera. Un total de 54 personas viajaban en el autocar, que se dirigía a Artà, para visitar sus famosas cuevas. De estas 24 resultaron heridas, siete de gravedad.
“Las ramas de los árboles entraron en el autobús al volcar. A mi mujer, una rama fue la que le golpeó en el ojo”, explica Manuel Ángel Hernández. Este viajero sufrió heridas en su mano derecha. “Me hice cortes al partir los cristales de atrás para poder salir”, abunda.
Todos los usuarios del autobús llevaban abrochados los cinturones de seguridad. La utilización de este elemento de seguridad pasiva ha contribuido a minimizar los daños a los usuarios y a evitar que hubiera fallecidos. “A medida que podíamos desabrocharnos los cinturones, fuimos saliendo. A la gente que tenía roturas, la dejamos allí para que las atendieran”.
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Un dispositivo especial de emergencias se movilizó de inmediato. “La actuación fue muy rápida”. “El guía nos dijo que nos tendríamos que poner el cinturón y yo siempre me lo pongo”, ha recalcado Purificación.