Con cánticos contra la ley trans y tras la pancarta “La prostitución no es un trabajo. ¡Abolición ya!”, miles de personas se han congregado en las inmediaciones de la Plaza de Cibeles en la marcha convocada por el Movimiento Feminista de Madrid. “El 8M no tiene pene” o “ser mujer no es un sentimiento” son algunas de las proclamas de esta manifestación, donde también se portan carteles contra la pornografía o con una palabra cuyo significado se cuestiona estos días, aunque aquí lo tienen claro: “Antes de matarla la llamaron zorra”.
Desde que en 2022 se descabalgaron con una marcha propia, distinta a la organizada por la Comisión 8M, que a escasas calles de distancia ha recibido a las ministras del Gobierno de Pedro Sánchez y representantes de los partidos de la izquierda, el Movimiento Feminista de Madrid ha ido perdiendo apoyos en las calles. Empezaron a diferenciarse en 2018, con una columna propia dentro de la gran marcha que recorrió Madrid, y con la llegada de la Ley Trans de Irene Montero empezaron a quedarse cada vez más solas. Hoy, mientras en el entorno de Atocha las calles estaban ya a rebosar a las siete de la tarde, hora de convocatoria de ambas manifestaciones, en Cibeles la afluencia ha sido bastante menor, pero aun así las convocantes aseguran que hay alrededor de 30.000 personas donde la Delegación de Gobierno calcula que hay 4.000.
“Presta atención, putero de Madrid, porque vamos a por ti” o “Ley trans, patriarcado y capital” son otros cánticos que se están escuchando en esta manifestación en su camino hasta la Plaza de España, donde también se ven banderas palestinas. Su portavoz Ana de Blas, ha advertido que si se lucha en defensa del feminismo se ha de “acabar también con la prostitución” y ha sido muy crítica con la ministra de Igualdad, Ana Redondo, que se declara contraria a la prostitución, acusándola de haber “jugado a la confusión” en los últimos días, hasta elegir finalmente acudir a la otra manifestación que considera “un cortejo gubernamental”: “Debería dejar de sorber y absorber al mismo tiempo. Queremos hechos, no palabras”.
“Borrado de las mujeres”
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En la cabecera de la marcha hay mujeres jóvenes, pero les siguen también hombres y mujeres de mediana edad y jubiladas. Apoyando esta marcha en Cibeles ha estado María, que ha elegido esta y no la que sale desde Atocha porque está “en contra de la prostitución” y no le termina de sonar bien la Ley Trans, por ejemplo, la falta de evaluación psiquiátrica para el cambio de género. “Se pierde el sentido de la reivindicación feminista al mezclarlo con otras causas y politizarse”, explica. A su lado, Luis, que es la primera vez que acude a una manifestación del 8M tras el Covid, suscribe junto a su mujer y una hija menor lo dicho por María.
Casi al final de la columna de gente que desde Cibeles camina hacia la calle Alcalá, se encuentran también decenas de mujeres vestidas con túnicas y máscaras blancas que ocultan su identidad. Con una vela encendida entre las manos representan a las mujeres que han sido asesinadas por hombres.
La lucha de esta organización es un feminismo que defienda a las mujeres, para ellas cualquier otra causa debe quedar fuera de este movimiento. Por eso vuelven a manifestarse otra vez contra la ley trans. Contrarias a la autodeterminación de género en el Registro Civil y a la hormonación de menores trans, consideran que esta ley incita al “borrado de las mujeres”.
Reivindicaciones y apoyos
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Pero aunque pelean por que este día no se convierta también en el de los derechos de las personas trans, este año centran su protesta en la abolición de la prostitución, como indica el lema de la manifestación. Comparten con la Comisión del 8M parte de esta causa, pero no la forma de llegar a ella. Las asociaciones de mujeres y colectivos integrados en el Movimiento Feminista de Madrid piden también hoy luchar por un feminismo “internacionalista“, “contra la cultura de la violación”, contra el uso de las mujeres y niñas como servidoras sexuales y reproductivas, contra la violencia machista y contra las desigualdades estructurales que conllevan diferencias económicas y sociales en detrimento de las mujeres, así como su falta de reconocimiento.
Esta marcha sí ha recibido el apoyo del Partido Popular, que en su declaración por el 8M han vuelto a pedir la revisión de la ley trans, recogiendo precisamente parte del ideario de las convocantes: “Nos preocupa profundamente cualquier tendencia hacia el borrado de las mujeres en el discurso público y legal y cómo esto puede socavar los logros obtenidos en su protección y promoción”. A pesar del apoyo, ningún miembro de la formación ha participado en la marcha.