Fabrizio Álvarez (19 años) acompaña a un amigo para unirse a la larga cola formada por decenas de personas, la mayoría jóvenes migrantes de Latinoamérica, en el centro comercial de La Farga en L’Hospitalet de Llobregat (Barcelonès). “¿Pero qué es esto? ¿Qué está pasando? ¿Qué regalan aquí?”, preguntan curiosos comerciantes mientras pasean por la gran superficie.
“Pues dinero”, responden quienes esperan pacientemente su turno para que les escaneen el iris. Es así como podrán registrarse y acceder a Worldcoin, una controvertida aplicación bancaria tipo ‘Wallet’ fundada por Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI (empresa del popular ChatGPT), que permite almacenar criptomonedas o tokens.
Las concurridas colas han generado expectación este 20 de febrero en diferentes puntos del área metropolitana de Barcelona. Lo que interesa a los jóvenes, explican ellos, no es el acceso a la aplicación en sí, sino la recompensa económica que comporta el escaneo del iris, en esta ocasión al menos 30 € por cada registro.
“Es dinero gratis. Es la única manera aquí en España para sacar dinero con tus ojos. A mí me da igual, si todo el mundo tiene todos nuestros datos. ¿Qué más nos da ahora que tengan esto las grandes empresas? Es como una huella dactilar”, dice Ernesto Akuma (33 años), procedente de Guinea Ecuatorial, quien hace 15 años que vive en L’Hospitalet de Llobregat.
El de Akuma es uno de los testimonios recabados por EL PERIÓDICO en La Farga de L’Hospitalet, donde se halla uno de los puntos de escaneo de iris denominados ‘Orb Worldcoin’. Más de un centenar de usuarios se han tenido que armar de paciencia allí, al verse obligados a esperar hasta dos horas para registrarse.
Uno de esos casos es el de Fabrizio Álvarez y su amigo, que estaban a la mitad de la fila y eran conscientes de que su turno les podía llegar más de dos horas después de su llegada. “Tenemos tiempo, pero sobre todo muy buena experiencia: quiero que mi amigo se una”, explica Fabrizio a este diario. Él tiene la aplicación descargada desde el verano pasado, cuando comenzó a conocerse en Catalunya. Desde entonces, dice, ha “ganado más de 1.000 euros sin hacer nada”. “Como el valor de la moneda subió justo ayer, decidí retirar mi dinero. Ahora solamente me he quedado con 100 € en la cuenta”, apostilla Álvarez.
190 puntos de escaneo en España
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El adolescente, de 19 años, explica que, con los puntos adquiridos con el código de invitación, las bonificaciones y que cada 14 días la aplicación le realiza ingresos, ha conseguido acumular el dinero de prácticamente un sueldo. Hecho que hace que a él no le preocupe que tengan la información de su iris: “Es como el ‘Face ID’ de los móviles. Tienen nuestras caras”, señala el joven.
El de la Farga de L’Hospitalet es uno de los 190 Orb ubicados en España, según la web de Worldcoin. En Catalunya, algunos de los centros comerciales donde se ubica la maquinaria para escanear el ojo son La Maquinista, las Glòries de Barcelona, el Splau de Cornellà o el Mataró Park, donde también se forman largas colas.
Una dependienta de una tienda de chucherías próxima a la muchedumbre durante toda la mañana explica que las colas que se han generado este lunes y martes han sido “una barbaridad”. “No había visto nunca el centro comercial tan lleno, y eso que Orb lleva ya unas semanas aquí”. La respuesta está en el incremento de valor de la criptomoneda. A casi 7 euros (concretamente, a 6,85 €), los jóvenes quieren sacar un “dinero fácil, rápido y gratis” a toda costa.
“¡Si ya tienen todos nuestros datos con las cuentas de internet!, manifiesta Marlon González (33 años) en referencia a WhatsApp, quien acompaña a una amiga que lleva su hijo en un cochecito de bebé.
“¿Qué tiene de malo el iris? Es como nuestra huella”
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“Hoy me puedo sacar al menos unos 30 €, pero si nos invitamos mutuamente el valor puede subir”, explica Javier Maladiaga (21 años), quien mira de reojo a su amigo Esteban Rojas (20 años). Ambos parecen desconfiar un poco del procedimiento. Maladiaga explica que venían únicamente a preguntar por curiosidad, pero que al final han decidido sumase a esta iniciativa fundada por Open IA: “En teoría te leen la retina del ojo y en la aplicación se queda la información. ¿Qué tiene de malo? Al final el ojo es como tu huella porque cada uno tiene el suyo. Esta es la forma para que tengas tu cartera”. En principio, el proceso pretende servir para distinguir entre humanos y robots y “garantizar la seguridad” de quienes invierten en criptomonedas.
De todos modos, tal y como avanzó este diario, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha recibido “cuatro denuncias relacionadas con el tratamiento de datos de Worldcoin”, una de ellas procedente de Catalunya. A día de hoy, las reclamaciones se encuentran “en fase de análisis”, según la AEPD. Por su parte, la Agència Catalana de Protecció de Dades (APDCAT) alerta de los riesgos en términos de protección de datos buiométricos de la práctica.
Después del registro, los usuarios deben esperar entre cuatro y ocho horas para recibir los tokens en la aplicación. El acceso a la aplicación este martes tenía un valor aproximado de 30 euros, lo que puede aumentar en función de si tu código lo utilizas para dar una invitación a otro usuario.
El procedimiento es el siguiente. En primer lugar, los consumidores se bajan la aplicación de WorldCoin, nombrada ‘World App’. Allí se insertan los datos personales (“en ninguno de los casos te piden el DNI”, detalla Laura Pérez, una de las jóvenes de la cola) y un número de teléfono. Después se genera un código QR. Finalmente, se enseña el código a una de las máquinas de los Orbs y, finalmente, se escanea el globo ocular. “Tardas menos de un minuto”, concluye Juliana Morales, otra joven usuaria de 30 años.