Barcelona quiere poner coto a los multirreincidentes y a los traficantes de droga, las dos tipologías delictivas que más preocupan a las autoridades locales y cuerpos policiales por la sensación de inseguridad que generan en los residentes y en los visitantes. Y la reunión de la Junta Local de Seguridad de Barcelona de este lunes dejó claro que Ayuntamiento y Generalitat tienen una fórmula para acabar con esta delincuencia persistente en la ciudad. El problema es otro: lograr aplicarla.
“Los policías hacen su trabajo y lo hacen bien, hay una buena coordinación. Sólo hacen falta más instrumentos procesales y legislativos penales para acabar con esta delincuencia”, ha destacado el teniente de alcalde de Seguridad de Barcelona, Albert Batlle, al término de la Junta. En este sentido, ha reconocido que la modificación del Código Penal para acabar con la multirreincidencia “no ha dado los resultados esperados” y por eso pidió reforzar los juzgados de la ciudad para la celebración de más juicios.
Los representantes de Govern y consistorio presentes en la reunión instaron a mantener los contactos con los ministerios de Justicia e Interior, además de los grupos parlamentarios en el Congreso, para hacer posibles las modificaciones legislativas que permitan incrementar los tribunales y subir las penas, principalmente las relacionadas con el tráfico de drogas.
De esta forma, el director general de la Policía de la Generalitat, Pere Ferrer, recordó que en el ámbito de la lucha contra el narcotráfico “queda camino por recorrer”, ya que hay legislaciones de países cercanos, como Francia, más duras en este sentido.
Cambio del Código Penal
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Ferrer también ha señalado que la multirreincidencia necesita “ajustes legislativos”, en referencia a la reforma del Código Penal de 2022 en la que los autores de hurtos leves, con tres condenas firmes por delitos inferiores a 400 euros, puedan ser sancionados con penas de prisión de entre seis y dieciocho meses. La medida está pensada para aquellos delincuentes que iban acumulando antecedentes sin pisar la cárcel, ya que su forma de vida pasaba por reincidir en el delito.
Fuentes judiciales remarcan que esta norma no ha sido lo suficientemente efectiva y por eso se insta a cambiarla. Además, Ferrer ha recordado que también los juzgados pueden aplicar medidas cautelares que prohíban a los delincuentes acercarse a autopistas, metros o aparcamientos, entre otros lugares en los que se cometen estos delitos.
En el mismo sentido, Batlle ha señalado que en la Junta los propios representantes de la Fiscalía y de la Judicatura demandaron “instrumentos” para “abordar de forma más rotunda” la actuación contra los multirreincidentes y “acabar con la sensación de impunidad” de este tipo de delincuencia. También ha remarcado la importancia “de endurecer las penas” en los delitos relacionados con el narcotráfico y la criminalidad asociada que generan, como los puntos de venta de droga.
Más mossos
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Tras la Junta de Seguridad, Pere Ferrer también ha reafirmado el compromiso de la Generalitat con aumentar los agentes de los Mossos d’Esquadra en Barcelona y ha señalado que en la ciudad “hay más agentes que nunca”. Precisamente este incremento policial en las calles forma parte del modelo policial para acabar con la criminalidad.
El próximo abril Barcelona celebrará una Junta Local de Seguridad extraordinaria que debe aprobar el plan de seguridad de la ciudad hasta 2027 y que marca las directrices y objetivos a cumplir en este ámbito en la ciudad. El encuentro también servirá para hablar sobre la coordinación policial de cara a la celebración de la Copa América de agosto a octubre en la ciudad, y se analizarán los efectos de la sequía en Barcelona teniendo en cuenta la importante masa forestal que tiene la ciudad y su entorno.