La de San Mamés fue una derrota dura para el Girona, pero, sin embargo, Míchel quiso ser optimista a pesar de un nuevo varapalo en Liga. “En San Mamés ha sufrido todo el mundo. Sabíamos que era un partido de golpes. De los tres partidos sin ganar, el día del Real Madrid fue el día que menos fuímos nosotros. Seguimos en una posición privilegiada. No digo que somos un equipo Champions, pero vamos a estar en esa pelea”, comentó el madrileño.
Sobre los fallos individuales de sus jugadores, Míchel quiso asumir responsabilidades: “Los errores individuales son del equipo. Tenemos una manera determinada de jugar. Yo le pido a Aleix que saque el balón jugado. Hemos pecado en alguna ocasión de demasiado pase atrás, en el segundo gol sobre todo. Nuestra manera de jugar nos ha llevado a venir aquí para luchar por los puestos de arriba, vamos a seguir trabajando para que los aciertos carguen más a nuestro favor que esos errores”.
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A nivel futbolístico, la mayor preocupación de Míchel estuvo en la zona más cercana al área rival. “Preveíamos un partido muy complicado, con una presión muy buena del Athletic. En la primera parte nos ha faltado verticalidad y ser profundos. Tener posesión en zona 2 ante el Athletic no es hacer peligro. El segundo tiempo es bueno, hemos tenido opciones y situaciones de gol. Me voy preocupado por la zona 3, porque en la primera parte hemos tenido ocasiones de generar y no lo hemos hecho”.
El técnico analizó el cambio táctico que realizó al descanso: “Quería defender la transición de Iñaki Williams. Hemos fijado más a Miguel, pero defender a Williams no es fácil”. Por último, Míchel quiso dejar claro que esto todavía no ha terminado: “Hay que seguir, no se le puede pedir al equipo ganar siempre, estamos en disposición de seguir peleando por estar ahí arriba”.