A Javier Milei se le ha atragantado este martes, pero no ha sido por la canícula –Argentina sufre la peor ola de calor del año, sino por el revés de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, que ha declarado inconstitucional la reforma laboral que el Gobierno de ultraderecha intenta materializar a través de un Decreto de necesidad y urgencia (DNU). El movimiento obrero ha celebreado como una victoria parcial el pronunciamiento.
La Confederación General del Trabajo (CGT), la principal central sindical, había presentado un recurso de amparo al DNU pocas horas después de darse a conocer, a finales de diciembre. Más tarde realizó una movilización frente a los tribunales y, la semana pasada, una huelga de 12 horas que fue acompañada por una masiva concentración en las inmediaciones del Congreso. “La justicia nos dio la razón”, ha destacado Héctor Daer, uno de los integrantes del triunvirato que conduce la CGT.
La “invalidez constitucional” de los artículos referidos a cuestiones laborales dentro del ambicioso DNU se conoce en un momento en el que el Gobierno se está topando con dificultades para avanzar con su Ley Ómnibus en el Congreso. Esa iniciativa, de centenares de artículos, intenta modificar de raíz la vida económica, social y culturales argentinas. El oficialismo realiza grandes esfuerzos para discutir la normativa en la cámara de Diputados.
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El dictamen de los camaristas Manuel Diez Selva, Héctor Guisado y Mario Fera ha descolocado a las autoridades, entre otras razones porque cuestiona el deseo de Milei de ejercer facultades legislativas, prescindiendo del Parlamento. Los jueces han señalado al respecto que “la admisión” de semejante ejercicio “se hace en condiciones de rigurosa excepcionalidad” que en la actualidad no existe: ambas cámaras del Congreso están en condiciones de asumir sus responsabilidades. No hay motivos de “fuerza mayor” que lo impidan. Por lo tanto, “no se observan” circunstancias para que Milei tenga ese poder “excepcional”.
Los fundamentos del dictamen van a contramano de las aspiraciones de Milei. “El principio que organiza el funcionamiento del estatuto del Poder del Estado es, precisamente, la división de funciones y el control recíproco, esquema que no ha sido modificado por la reforma constitucional de 1994″.
El Congreso Nacional, remarcó, “tiene la función legislativa, el Poder Ejecutivo dispone del reglamento, y el Poder Judicial dicta sentencias, con la eminente atribución de ejercer el control de constitucionalidad de las normas jurídicas”.
El DNU intenta no solo poner un límite al derecho a huelga y el régimen de indemnizaciones, sino a distintos aspectos nodales de la ley de trabajo como la baja por maternidad.
Cae la imagen de Milei
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La inflación del 25% de diciembre y un número equivalente previsto para el mes que concluye comienza a corroer la imagen presidencial. Una encuesta de Zubán Córdoba, la firma que más se acercó a predecir la victoria electoral de la ultraderecha, acaba de dar cuenta de que el 52,8% de los argentinos desaprueban “totalmente” al Gobierno. El 36,2% le da su aval completo. Un 54,4% de los entrevistados observa que el país marcha en la dirección incorrecta. La imagen del presidente también ha caído: solo un 44,3% valora positivamente su papel.
Luis Caputo, el ministro de Economía que ha devaluado 118% la moneda nacional como parte de un fuerte programa de choque, es valorado por el 35%. La ponderación del expresidente de derechas Mauricio Macri, quien intentada desde las sombras jugar un papel cada vez más protagónico, cuenta con el respaldo del 35,7% de los encuestados. De acuerdo con la indagación de Zubán Córdoba, un 64% expresa su desacuerdo con la Ley Ómnibus