Los batidos de proteína son una de las mejores opciones que tenemos cuando queremos dar un salto cualitativo en los resultados de nuestros entrenamientos: tanto si estamos en fase de definición como de volumen, la ingesta de este macronutriente se hace fundamental para desarrollar los músculos.
La ingesta complementaria de proteínas a través de batidos de todas las clases y sabores que podamos imaginar es una práctica habitual entre todas aquellas personas que se han fijado como propósito estar más contentos con su cuerpo o, simplemente, llevar su capacidad física al mismo nivel.
Pero cuando nos enfrentamos a la decisión de nuestro primer batido de proteínas pueden presentarse algunas dudas que es necesario resolver. Por ejemplo, si es más conveniente mezclar los polvos proteicos con agua o con leche: una disyuntiva que parece sencilla, pero que esconde muchas reflexiones detrás.
Ante todo, lo más recomendable siempre es consultar con un especialista. Cuando estamos hablando de temas tan importantes como nuestra salud o nuestro físico, lo ideal es que recurramos a la consulta de un entrenador personal o un nutricionista para que nos realice un diagnóstico personalizado y un plan adaptado a nuestras necesidades y objetivos.
Si tenemos la opción de contar con él, un profesional no solo nos va a guiar en el camino hacia nuestras metas, sino que va a asegurarse de que no desarrollamos problemas de salud por el camino y va a acelerar mucho nuestro proceso.
Cómo elegir entre agua o leche para preparar los batidos de proteínas
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En ocasiones puede decidir que elegir entre el agua y la leche para preparar un batido de proteínas es más una cuestión de gustos que de objetivos. Pero lo cierto es que nada queda más lejos de la realidad: las diferentes composiciones de ambos ingredientes hacen que cada una de las opciones sea sustancialmente distinta y que tengamos que atender a distintos criterios para elegir entre una u otra.
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Para el entrenador personal Adrián Muria, las ventajas de preparar los batidos de proteína con leche es que “aumentamos la ingesta calórica, aumentamos el porcentaje de proteínas que ingerimos porque lleva proteína la leche y conseguimos también una asimilación un poco más lenta y sostenida de la proteína porque la leche está formada de caseína y de suero de leche y la caseína se asimila más lentamente y prolongadamente en el tiempo”.
Sin embargo, según su criterio, con agua “la ventaja que a todo el mundo le sienta bien porque no hay intolerancia a la lactosa y que la asimilación es mucho más rápida”.Ante esta disyuntiva, Muria recomienda en su perfil de redes sociales buscar “después de entrenar, asimilación rápida, con agua” y “si completamos alguna comida o sustituimos alguna comida, con leche”.