Raúl Bastida García (Beniaján, 7 de diciembre de 1977) pertenece a una familia muy vinculada al fútbol. Él fue defensa central hasta que con 28 años lo dejó y se enganchó al running. Ha sido dos veces subcampeón de Europa y una tercero del mundo en categoría master. Los médicos le dijeron que no volvería a correr cuando sufrió un neumotórax hace nueve años, pero a los diez meses de salir del hospital ganó una carrera. Es administrativo en la empresa de parques y jardines de Murcia.
¿Desde cuándo haces deporte?
Desde bien pequeño. Mi padre jugó al fútbol en Tercera y mis hermanos también. Con cinco o seis años me metí en el fútbol y estuve hasta los 28, que me lo dejé. Mi hermano jugó en el Murcia en los noventa. Mi primera ficha federativa la tuve con el Algezares. Iba en el autobús a entrenar y le tenía que decir a la gente que tocara el timbre porque yo no llegaba. Y cuando dejé el fútbol empecé a correr porque era un deporte donde no necesitaba a nadie más para hacerlo.
¿Dónde jugaste?
Estuve en el Imperial, Horadada, Sangonera, Muleño, Totana, Santomera, Algezares y un sinfín de equipos hasta que el cuerpo dijo que no iba más. Tampoco era muy bueno, me sobraba el balón para jugar al fútbol. Me han pagado y he hecho cosas, pero mis compañeros siempre decían que me sobraba el balón. El bueno ha sido mi hermano, yo me he aprovechado de su nombre.
¿De qué jugabas?
Jugaba de defensa central, cuando antes se marcaba mucho al hombre. Yo cortaba el balón y lo entregaba a un compañero, no hacía otra otra.
¿Y qué has encontrado en el running?
Es mi modo de vida, como es trabajar. Cuesta trabajo porque entreno a mediodía, pero es una liberación y mi hobby, y es lo que más me gusta. De vacaciones siempre van mis zapatillas conmigo, hasta el día de descanso salgo a andar.
Has pasado del asfalto a la montaña. ¿Por qué?
Empecé con mi hermano en el asfalto porque le gustaba hacer medias maratones, pero enseguida me dio por la montaña pese a que tenía vértigo y sigo teniéndolo, aunque ya mucho menos. En el asfalto siempre tienes que estar pendiente del reloj, pero la montaña no tiene nada que ver.
Y en la montaña es donde has conseguido tus mejores resultados.
Sí, en 2021 fui subcampeón de Europa Master y en 2023 he sido subcampeón de Europa en Suiza y tercero del mundo en Madeira. Pero previamente gané dos ligas de la Federación de Atletismo. Creo que subí un poco de nivel cuando hace nueve años sufrí un neumotórax y estuve treinta días en el hospital. Me dijeron que no podría hacer nunca más deporte. Entonces me busqué otro médico que me dijo que claro que podría y a los diez meses gané mi primera carrera.
¿Cómo lo sufriste?
Me dio durmiendo, no sé por qué. Un médico me dijo que no podría hacer deporte y otro sí, por lo que me quedé con la opinión del segundo.
¿No tienes miedo?
Nunca me ha repetido nada ni he notado nada. No sé si por el sufrimiento de estar en el hospital y que cuando corres sufres mucho, parece que esa capacidad de sufrimiento la asumí, pero la realidad es que salí mejor.
¿Qué recuerdas del momento en el que te dijeron que ya no podrías hacer deporte?
Me hundí hasta que no vi a otro médico y me dijo que era posible seguir haciendo deporte. Al principio intenté hacerme a la idea, pero la sorpresa fue cuando el otro doctor me dijo que no había problema. Con los punto y todo ya salí a andar.
¿Sigues teniendo en la cabeza esos recuerdos y aún tienes miedo?
Al principio sí tuve un poco de miedo porque me dolía el pulmón por dentro, pero claro, conforme iba pasando el tiempo me encontraba mejor. A fecha de hoy todavía hay una abdominal que se me monta. Cuando empecé a forzar la máquina y veía que el dolor era cada día menos intensos, los miedos fueron desapareciendo solos.
¿Eres competitivo?
Siempre me ha gustado competir, pero últimamente ya menos porque sufres mucho y si quieres ganar o estar arriba, no solo tienes que entrenar. Cada vez tengo menos ganas de sufrir, y cuando, por ejemplo, voy quinto y veo al cuarto a lo lejos, ya no voy a por él. Creo que con la edad cada uno quiere sufrir menos.
Pero para lograr esos resultados hay que trabajar mucho.
No esperaba, ni mucho menos, conseguir eso, aunque sea a nivel amateur. Hay que correr y entrenar porque esto no es genética aunque hay gente que me dice que es porque peso poco, soy alto y tengo patas, pero esto es entrenar y cualquiera lo puede hacer, solo tienes que tener una capacidad de sufrimiento. Hasta el mismo Miguel Induráin sufría si quería ganar.
¿Y te sigues planteando retos?
Me los sigo planteando y siempre hay alguno nuevo. Cuando participaba en las ligas corría 20 o 25 carreras al año, pero ahora intento entrenar los mismo días y hacer menos carreras. Ahora tengo como objetivo hacer Ruta de las Fortalezas el año que viene por parejas con Isa Sandoval, y es un reto porque nos quedamos con la espina hace dos años, cuando fuimos segundos, pero este año queremos ganarla. Buena liebre me he buscado, ya veremos a ver si la puedo seguir.
¿Se puede disfrutar el paisaje corriendo?
Sí que se puede. Los Dolomitas, cuando quedé segundo en el Europeo, es el sitio que más me ha gustado, con montaña y ríos. Este año estuve en los Alpes suizos, que también son muy bonitos, al igual que en Madeira. Pero yo he disfrutado hasta en la Cresta del Galllo y en la zona del Miravete, que es donde más corro yo. En el strava me sale que he pasado 877 veces por la subida a la cruz. Me gusta mucho la montaña y cada una tiene lo suyo.
¿No hay veces que estás sin ganas de entrenar?
Cuando entrenas a diario, casi todos los días no tienes ganas de salir, pero cuando has descansado un día, enseguida tienes el mono de querer entrenar. No hay día que no tenga un poco de ganas, aunque esté muy cansado. En vacaciones primero entreno y después lo demás. Hay gente a la que le gusta irse a tomar una cerveza al bar, pero a mí es a correr y después, por supuesto, la cerveza.
¿Eres de un club o vas de independiente?
Soy fiel al Pan Moreno, que es un grupo de amigos que nos juntamos, que incluso hemos ido juntos al colegio toda la vida. El propietario de Pan Moreno es como si fuera el patrocinador porque nos da la ropa, pero estamos con él porque estamos muy a gusto. Me ha dicho gente que me vaya a otro sitio, pero nunca lo he hecho.
¿Utilizas el deporte para hacer turismo?
Sí, lo utilizo como turismo y en los últimos años he hecho bastante. Cuando voy a un campeonato, siempre me tiro una semana en el sitio para disfrutar. Últimamente nos estamos yendo el mismo grupo la verdad es que nos lo pasamos muy bien. Si la carrera sale bien lo celebramos, y si no, lo celebramos igual.
¿Cuántas zapatillas has gastado este año?
El mayor coste de este deporte son las zapatillas y creo que he tenido cinco o seis. Siempre estamos buscando ofertas por Internet para comprarlas. En el Balck Friday he aprovechado y he comprado bastantes para la temporada que viene, he cargado con cuatro zapatillas. Había una oferta en una página de El Corte Inglés de unas que salían a 35 euros y su precio habitual es 140.
¿Siempre vas acompañado de tu perro?
Se llama Pistacho y me acompaña mucho, aunque últimamente no puede porque tiene 13 años y no le quiero pegar esas palizas. Si se viene conmigo tengo que llevarlo en brazos en las cuestas. Ahora ya veo que no disfruta y lo dejo en casa, pero en 13 años me ha acompañado muchísimo.