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Los dos primeros meses del año han sido de alto voltaje político. La ley de amnistía encalló en el último minuto en el Congreso por el veto de Junts después de haber tomado forma y haber levantado una ofensiva judicial para frenarla. El PP termina febrero en su mejor momento político tras revalidar por quinta vez la mayoría absoluta en Galicia, mientras que el PSOE encadenó el duro varapalo gallego con el estallido de un caso de corrupción que le ha obligado a expulsar al exministro y diputado José Luis Ábalos. En paralelo, los socios naturales de ambas fuerzas, Vox y Sumar, están perdiendo fuelle a gran velocidad, lo que beneficia más al bloque de derechas que al de izquierdas. Por su parte, los pulsos catalán y vasco siguen en su apogeo en puertas con sus respectivas elecciones en el horizonte.
El promedio de todas las encuestas sobre las elecciones generales publicadas desde los últimos comicios mantienen al PP en primera posición con una ventaja sobre el PSOE de 6,2 puntos. Antes de sellar los acuerdos con los independentistas, ley de amnistía incluida, esa diferencia era de 2,4 puntos, lo que significa que en cuatro meses la brecha ha aumentado cuatro puntos, y cinco desde los comicios, cuando Feijóo venció a Sánchez por solo 1,3 puntos. Pero desde que empezó 2024, la distancia solo se ha reducido una décima.
Ahora mismo, el PP obtendría el 36,4% de los votos y Sánchez lograría el 30,2% de los sufragios. Desde que comenzó el año ambos han subido un par de décimas, pero respecto a antes de la investidura, los populares han ganado algo más de dos puntos, los mismos que han perdido los socialistas. Y desde las urnas, el crecimiento del PP es de 3,3 puntos y el retroceso del PSOE, de 1,6 puntos. Convertida esa media en escaños, el PP conseguiría hoy 154 diputados (tres más que a principios de enero) y el PSOE se quedaría con 120 (cinco más que hace dos meses).
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Los cálculos realizados por EL PERIÓDICO a partir de una fórmula empleada por Ivan Serrano, investigador del IN3 (Internet Interdisciplinary Institute) de la UOC, corresponden a la media ponderada de los principales sondeos publicados. La ponderación se realiza, como en otras fórmulas de este tipo, en función del tamaño de la muestra (cuanto más grande, mayor valor) y de la fecha del trabajo de campo (cuanto más reciente, más significativa). Hay que tener en cuenta que algunas encuestas, como las del CIS, solo ofrecen estimaciones de voto, pero no de escaños, lo que influye en los promedios de cada variable.
Las convulsiones internas en Vox y Sumar están debilitando sus expectativas electorales, sobre todo tras fracasar ambos en las urnas gallegas. La extrema derecha de Santiago Abascal mantiene una ligera ventaja de tres décimas y un escaño sobre la coalición de Yolanda Díaz, aunque ambos han retrocedido con fuerza en los últimos dos meses. Vox conseguiría el 10,3% de los votos y 23 diputados, un punto y cinco diputados menos que a inicios de enero. Pese al bajón, los ultras mantendrían su condición de tercera fuerza política en el Congreso porque Sumar también bajaría de forma significativa, hasta el 10% de las papeletas y 22 parlamentarios, un punto y cinco escaños menos que cuando empezó el año. Tras la ruptura de la coalición, Podemos apenas llegaría ahora al 2,2% de los votos.
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Aquella cita con las urnas dejó empatada la batalla entre ERC y Junts, aunque con tres décimas de ventaja de los republicanos en votos. Desde entonces se ha extremado todavía más la igualdad entre ambas formaciones, con una sola décima de diferencia a favor de Esquerra, pero con un escaño de ventaja para JxCat. Los posconvergentes lograrían 8 diputados y los republicanos, 7. Por lo que respecta al pulso vasco entre EH Bildu y el PNV, los dos partidos ganarían un parlamentario respecto a las generales, por lo que la izquierda abertzale se mantendría por delante de los peneuvistas.
Estos promedios permitirían a Feijóo alcanzar la Moncloa solo con el apoyo de Vox, pues ambas fuerzas sumarían 177 escaños, dos menos que a principios de año, siete más que en las urnas y solo uno por encima de la mayoría absoluta. Por su parte, la suma de los socios de Sánchez sería de 142 escaños, los mismos que cuando comenzó 2024 y diez menos que en las elecciones.