La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, planteará este lunes al conseller de Acció Climàtica de la Generalitat, David Mascort, entre otras posibilidades la de que Barcelona y su área metropolitana reciban agua desalinizada procedente de Sagunto (Valencia) para paliar los efectos de las restricciones que ha impuesto la entrada en fase de emergencia por sequía. El traslado, según ha podido confirmar EL PERIÓDICO, se realizaría en barcos que atracarían cada día en el puerto de Barcelona. La propuesta, que ahora debe aceptar la Generalitat, podría entrar en vigor en verano, con cargamentos que sumarían hasta siete hectómetros cúbicos, según ha apuntado este sábado el diario ‘El País’. Ese volumen es incluso superior al que almacena en estos momentos el embalse de Sau, en la cuenca del río Ter, que acumula 6,57 hectómetros cúbicos.
La desalinizadora de Sagunto tiene una capacidad de producción de 22.900 metros cúbicos al día y está gestionada por la empresa pública Acuamed, que actúa bajo la tutela del Ministerio para la Transición Ecológica, lo que implica, entre otras cosas, que no se necesita el aval del gobierno autonómico valenciano, en manos del PP y de Vox, para realizar la operación. Fuentes del Govern han admitido que en los últimos días ha habido contactos entre Acuamed y Aigües del Ter-Llobregat (ATL), esta última, la empresa pública que se encargaría de la recepción y la subsiguiente distribución del agua llegada en barco a Catalunya.
Además, tal y como apunta el digital ‘El Confidencial’, con esta solución queda prácticamente descartada la de un posible trasvase del río Ebro, algo a lo que la Generalitat se ha negado para no tener que encontrarse con el rechazo de los alcaldes y ciudadanos del sur de Tarragona y de Lleida.
En todo caso, una de las cuestiones que se deberá tratar en la reunión del lunes entre la ministra y el conseller es quién va a pagar el coste de los envíos. La secretaria de Acció Climàtica, Anna Barnadas, en conversación con EL PERIÓDICO, ha recordado que las embarcaciones cisterna son sinónimo de emergencia extrema: “Los barcos vendrán cuando los servicios esenciales estén en riesgo“. Y ha insistido en que el coste de transportar el agua por mar es muy elevado.
Desde el pasado noviembre, el Govern viene trabajando para que todo esté “preparado” en caso de necesitar barcos, con la adaptación de un muelle en el puerto Barcelona, una infraestructura que ya se usó en 2008 para recibir agua. De los contactos que hasta ahora ha estado manteniendo la Generalitat con distintas navieras, se ha concluido que los barcos que llegaran a la capital catalana podrían transportar entre 20.000 y 40.000 metros cúbicos de agua (los hay de dos tamaños diferentes). Se calcula que podrían descargar dos naves al día, lo que equivaldría al consumo que realiza una ciudad como L’Hospitalet de Llobregat en 24 horas.
También en Andalucía
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El abastecimiento con barcos cisterna es también una de las opciones que se ha planteado la Junta de Andalucía, que desde diciembre pasado tiene la previsión para hacer llegar agua este año a algunos puntos del territorio de aquella comunidad. Acuciada, igual que Catalunya, por la escasez de agua en la cuenca del Guadalquivir, al final de 2023 el gobierno de Juan Manuel Moreno anunció entre otras medidas posibles del plan Sequía Plus el flete de cargueros para transportar entre 40.000 y 100.000 metros cúbicos de agua hasta los puertos andaluces más cercanos a población que vive en zonas con problemas más severos de abastecimiento.