Sabotage paralyzes the German Tesla plant and exacerbates Musk’s problems in Europe

“Son los ecoterroristas más tontos del planeta”, sentenció el poderoso Elon Musk, tras un sabotaje que ha dejado en suspenso la producción de la gigafactoría Tesla en Alemania. “Este ataque no un juego de niños, sino el exponente de la peligrosidad de la extrema izquierda”, afirmó el portavoz del gobierno aleman, Steffen Hebestreit. La reacción de Musk, a través de la cuenta en la red social de su propiedad -X, antes twitter-, y la del portavoz del canciller Olaf Scholz siguen al atentado del martes contra una torre de alta tensión de la región de Brandeburgo, donde está la gigafactoría. Fue un ataque incendiario cuya autoría se ha atribuido el grupo de extrema izquierda “Vulkagruppe” a través de un comunicado con la frase “Hemos saboteado Tesla”. El resultado es que 12.000 empleados de la fábrica se quedarán en casa durante un tiempo no determinado, puesto que la producción ha quedado suspendida al menos durante toda esta semana. El mayor fabricante de automóviles eléctricos del mundo ha quedado expuesto a unos ataques contra infraestructuras esenciales aparentemente fáciles de perpetrar incluso por grupúsculos marginales, de confirmarse esta autoría.

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