Puigdemont subscribes to self-government and marks a new playing field for Sánchez

El aval a los tres primeros decretos del Gobierno fue el primer test de la nueva legislatura de Pedro Sánchez y el PSOE constató que Carles Puigdemont le hará pagar cada una de las votaciones. Sánchez se jugaba un primer fracaso y lo sorteó hábilmente con pomposas concesiones a Junts de difícil encaje y poca concreción, como el traspaso de las competencias en inmigración. Pero el presidente no salió ileso, ya que no pudo esconder la inestabilidad que le sostiene y asumió los límites de un nuevo terreno de juego marcado por la posconvergencia que le condicionarán durante los próximos cuatro años.

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