Pasar la aspiradora, fregar el baño o limpiar el polvo de toda la casa son tareas que suelen dar mucha pereza, y tendemos a posponerlas hasta que no nos queda otra opción. Sin embargo, un estudio reciente dirigido por la Universidad de Sydney (Australia), da una buena razón para hacer las tareas del hogar: podrían salvarte la vida.
No es broma, el estudio, publicado nada menos que en la revista científica The Lancet Public Health, concluye que fregar o barrer el suelo, limpiar las ventanas o realizar tareas del hogar que requieran cierto esfuerzo físico, pueden reducir el riesgo de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular e incluso muerte prematura.
Ejercicio en periodos cortos de alta intensidad
[–>
Los investigadores se dieron cuenta de que el ejercicio es siempre beneficioso para salud, sin necesidad de seguir una rutina estructurada.
Así lo explica el autor principal del estudio, el profesor Emmanuel Stamatakis, del Centro Charles Perkins de la Universidad de Sydney:
- “Desde subir escaleras hasta fregar rápidamente el suelo proporcionan beneficios para nuestra salud, no solo las sesiones de gimnasio. Sin embargo, nos dimos cuenta de que sabíamos muy poco sobre los efectos positivos de esta actividad física intermitente y ‘accidental’ que suponen las tareas domésticas”
Para ello, científicos de la Universidad de Sydney en colaboración con la University College London, la Universidad de Glasgow, la Universidad de Edimburgo, la Universidad de Loughborough y la Universidad de Oxford, hicieron un seguimiento durante ocho años a más de 25.000 adultos entre 42 y 78 años que no hacían deporte.
Todo quedaba recogido gracias a un dispositivo que llevaban en la muñeca, que registraba cada uno de los patrones de ejercicio físico intermitente.
Luego, vincularon esos datos con el historial médico de los participantes, para observar cómo la duración y la intensidad del esfuerzo influía en la salud.
Entre uno y tres minutos de actividad moderada reduce la tasa de mortalidad
[–>
Los resultados fueron sorprendentes. El estudio afirma que las personas pueden reducir el riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares si realizan actividades diarias de intensidad moderada, aunque sea durante un minuto.
Los datos revelaron que la tasa de mortalidad se reducía cuanto más amplios eran los intervalos de esfuerzo físico, aunque los beneficios ya eran observables entre 1 y 3 minutos:
- Menos de 1 min. Tasa de mortalidad de 4,28%
- Entre 1 y 3 min. Tasa de mortalidad de 2,83%
- Entre 3 y 5 min. Tasa de mortalidad de 2,09%
En cuanto a las enfermedades cardíacas, encontraron que los episodios de menos de 10 minutos de alta intensidad se asociaron con una fuerte disminución de los eventos cardíacos importantes, como ataques al corazón o accidentes cerebrovasculares.
- “La conclusión es que cualquier tipo de actividad es buena para la salud, pero cuanto más esfuerzo pongas en esas tareas diarias y más tiempo mantengas esa energía, más beneficios obtendrás”, confirma el profesor Stamatakis.
¿Por qué son tan reveladores estos datos?
[–>
- “La idea de acumular períodos cortos de actividad moderada a vigorosa a través de las actividades de la vida diaria, hace que la actividad física sea mucho más accesible para las personas que no quieren o no pueden participar en ejercicios estructurados”, afirma el coautor del estudio, Matthew Ahmadi.
Los investigadores explican que el estudio proporciona algunas de las primeras pruebas directas que respaldan la idea de que el movimiento no tiene que completarse en sesiones continuas de 10 minutos o más para ser beneficioso. Incluso la Organización Mundial de la Salud afirma que “cada paso cuenta para mejorar la salud”.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la naturaleza observacional del estudio significa que los investigadores no pueden probar con certeza una relación de causa y efecto. Por lo que insisten en que se deberá seguir investigando al respecto.