Se viene el mercado de enero y bien podría ser que en el Barça no hubiese ningún tipo de movimiento. De fichajes ya se daba por descontado que no se invertirá ni un euro ya que el objetivo principal son las inscripciones de Pau Víctor y Dani Olmo, además de las renovaciones de Gavi y Pedri.
Más dudas había sobre algunas salidas en las que recortar límite salarial y dar la oportunidad a algún jugador para que pudiera tener más protagonismo y se revalorizara. Y uno de ellos es Ansu Fati. El canterano sabe que no ha tenido minutos, ni prácticamente los tendrá en los duelos decisivos de la segunda parte de la temporada.
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A Ansu y a su entorno se les dejó clara la situación hace unas semanas y el club puso el futuro en sus manos: si decidía salir cedido, se le iban a dar facilidades para ayudarle y, si deseaba quedarse, tampoco habría ningún impedimento. A día de hoy, los inputs claros que le llegan al club es que Ansu desea seguir y quemar sus últimos cartuchos intentando ganarse los minutos. La falta de ofertas claras y deportivamente viables también ha condicionado una decisión que, por ahora, se mantiene firme. Otra cosa será en verano ya que el Barça no va a contar con él en el próximo proyecto.