Desde que salió de la cárcel con el indulto, Oriol Junqueras ha intentado que la inhabilitación para volver a ejercer un cargo público no le impida seguir haciendo política y tener presencia en el debate público y en los medios de comunicación. Este miércoles ha dado muestra de ello sumándose a la caravana de agricultores que protestan por el trato que las administraciones están dando al campo. Lo ha hecho al paso de los tractores por la localidad barcelonesa de El Bruc, donde ha departido con los payeses y ha atendido a algunos periodistas. Después lo ha difundido por las redes sociales.
El diagnóstico del presidente de ERC es que los manifestantes tienen toda la razón en al menos tres aspectos: los “precios injustos” a los que son sometidos sus productos; el “exceso de burocratización” a los que se enfrontan en su trato con las administraciones y en su queja por los tratados comerciales que firma la Unión Europea con terceros países que suponen una “competencia desleal” porque no se les exigen los mismos requisitos sanitarios y ecológicos.
Junqueras ha seguido la misma consigna que tienen el Govern de ERC en esta materia: defender que la responsabilidad es fundamentalmente de Europa y que la Generalitat tiene poco margen de maniobra. Sin embargo, los agricultores sí que señalan al ejecutivo catalán en el tema de la burocracia y también expresan su descontento por las restricciones de agua a las que se han visto sometidos por la sequía.
Al presidente de ERC se le ha visto hablando con los agricultores en el alto en el camino que han hecho en el área de descanso de El Bruc. Junqueras ha elegido esta zona porque se encuentra cerca de su casa, en Sant Vicenç dels Horts. Él mismo ha indicado que el propio nombre del municipio, con el término ‘Horts’ -Huertos-, indica la importancia que para esta zona tiene la agricultura. “Todo el apoyo al mundo rural catalán”, ha tuiteado luego.
No es un episodio aislado
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Pero más allá de este apoyo al campo, el episodio de hoy demuestra la nueva vida del presidente de ERC desde que salió de prisión. No puede volver a ejercer un cargo público, al menos hasta que se aplique la amnistía, pero puede seguir intentando influir desde otra óptica. Además, hasta puede complementarse con Pere Aragonès. Él se suma a los agricultores en la carretera, y el president los recibe en el Palau de la Generalitat. Uno en la calle, el otro en las instituciones.
El capítulo de los tractores no es una anécdota. En las últimas semanas, también se le ha visto ‘pisando la calle’ en Barcelona con vecinos afectados por el acoso inmobiliario, y también en el campo de futbol del Sant Andreu para asistir al derbi de la ciudad contra el Europa. Junqueras no será el próximo candidato a la presidencia de la Generalitat, ni tan siquiera tiene la certeza de cuando podrá ejercer de nuevo un cargo público, pero esto no significa que esté dispuesto a perder su sitio en el candelero. Este miércoles, en el Bruc, ha vuelto a dar prueba de ello.