McDonald’s es una de las cadenas de hamburguesería más populares del mundo. Desde los niños que disfrutan del ‘Happy Meal’ hasta los adultos que degustan su clásico ‘Big Mac’, la franquicia es un éxito en todas las edades. Puedes encontrar uno de sus restaurantes en prácticamente todas las ciudades de nuestro país, gracias a su modelo de expansión.
La hamburguesería fue creada por Ray Kroc, un empresario estadounidense, en California durante el año 1954. En 1961, Kroc compró los derechos de la marca a los hermanos Richard y Maurice McDonald, los empresarios a los que estuvo asociado de forma inicial para emprender el negocio. Una inversión de éxito, que no está disponible para cualquier bolsillo.
Según apunta la compañía, abrir una franquicia McDonald’s requiere una cuota inicial de 900.000 euros, “consistente en la adquisición del equipamiento, mobiliario y decoración del restaurante”.
Este importe puede financiarse, “pero deberán ser aportados como fondos propios -es decir, cantidad que no deba ser reembolsada o devuelta a terceros- un mínimo de 400.000 €”.
Después de esta inversión, durante los 20 años de contrato, el franquiciado deberá aportar 45.000 euros fijos en concepto de derechos de franquicia, un canon porcentual sobre las ventas, un 5% por royalties y el 4% por la publicidad y marketing general de McDonald’s.
Además, los franquiciados deberán realizar un curso de 12 meses de formación en restaurantes.