La céntrica plaza del 2 de mayo de Madrid lleva su nombre por el levantamiento que se produjo esa fecha, en 1808, contra la tropas invasoras francesas. Ahora, 216 años más tarde, hay otra guerra bien distinta que se salda caso cada semana con detenciones. La batalla por el control de las zonas de venta de droga por los traficantes que ofrecen menudeo a los turistas.
La última ha sido la más numerosa que se recuerda. Diez detenidos por la Policía Municipal, tras una reyerta multitudinaria que tuvo lugar durante la madrugada del domingo. Tal y como han confirmado fuentes consistoriales a este diario, “varios agentes de paisano de la Policía Municipal tuvieron que intervenir en una pelea en la que participaron una treintena de personas y no hubo heridos de consideración”. Los participantes en la trifulca tenían entre 18 y 24 años y eran de origen marroquí, según estas fuentes.
No ha sido la única. La semana pasada también se practicaron detenciones en el entorno de la plaza: “Dos por una pelea y un tercero por desobediencia a la autoridad”, le cuenta a este diario fuentes vecinales presenten durante los hechos. Aquella pelea, según cuentan, tuvo que ver con el mismo problema que ha desatado esta última: el control de las zonas de venta de droga.
Narcopisos y turistas
“Hay un piso por la calle del Tesoro, que es donde esconden la droga. Y luego entre ellos se disputan el control de las zonas”, prosiguen estas fuentes, señalando que “el objetivo es vender droga a los turistas. En Malasaña no hay monumentos. El turismo que viene por aquí es más parecido a Magaluf; gente que viene a bebérselo todo y a ponerse hasta arriba”. Y es ahí donde entran en juego estos minoristas de la droga, que ofrecen sustancias de baja calidad a los visitantes.
Este es un problema que se suma a la interminable lista de quejas de los residentes en la zona. Narcotráfico, peleas, consumo, suciedad, vandalismo y consumo de drogas duras en la misma puerta de un colegio de Infantil y Primaria, Una realidad a la que los vecinos ya se han acostumbrado a vivir, y que les pone casi todas las semanas en las páginas de sucesos.
“A los propios padres nos han llegado a ofrecer cocaína y hachís estando con nuestros hijos camino al colegio”, confirma Carlos Cachafeiro, el portavoz del AMPA del colegio Pí i Margall, ubicado en la misma plaza, donde hay una zona de juegos infantiles que está “tomada por toxicómanos, que se ponen agresivos con nosotros”.
“Se está reclamando por parte de los vecinos y del colegio un aumento en la seguridad, porque estamos viendo un repunte de problemas. toxicómanos, menudeo, vandalismo… y la caseta que está para el uso y disfrute de los niños, donde vive un toxicómano. Vemos un abandono progresivo de una plaza icónica de la ciudad. El Ayuntamiento ha anunciado una reforma, pero lo cierto es que adolece de falta de mantenimiento y cuidados”, resume.
Cámaras
Uno de los ejes de esta reforma, eñ más relacionado con la parte relativa a la seguridad, es la de la implantación de un circuito de cámaras de vigilancia en la zona. Una medida largamente reivindicada por los vecinos y que ya se encuentra instalada, según ha confirmado la la vicealcaldesa, portavoz del gobierno municipal y responsable del Área de Seguridad y Emergencias del consistorio, Inma Sanz.
El problema es que no funcionan. No es una cuestión de los aparatos, sino de un trámite. “Las cámaras están instaladas y los sistemas están para funcionar. Lo único que falta es el permiso de la Comisión de Videovigilancia. Estamos a la espera de fecha para que se otorgue ese permiso. Esperamos que sea en breve, les solicitamos a la Delegación que agilice esos trámites en la medida de lo posible. En el caso de esta plaza, sólo está pendiente de ese trámite”, declaró la vicealcaldesa.
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Desde el Ayuntamiento señalan que se ha reforzado la vigilancia en la zona con efectivos de la Policía Municipal: “Hay mucha presencia policial y la reforma de la plaza va a ser importante para que las zonas que ahora son más oscuras e inaccesibles, pero eso es una actuación más a medio plazo. Ahora, la medida más inmediata va a ser la de las cámaras”. Unas grabaciones que podrían empezar el 19 de diciembre, coincidiendo con el inicio de los festejos navideños.