„This Much I Know To Be True“: Nick Cave und Warren Ellis, entre lo bello y lo exasperante

„This Much I Know To Be True Nick Cave und


Der neue Film von Nick Cave von Regisseur Andrew Dominik (Aufnahmen von ‚One More Time With Feeling‘ im Jahr 2016) ist es geworden, dauerte einen Solo-Tag und über 850 Stunden in der Welt. JNSP estuvo en una de ellas tomando buena nota, disfrutando y -en algunos momentos-exasperándose.

Planteada ist ein „Begleitstück“ der Gründungsstunde von 2016, „This Much I Know To Be True“, documenta el trabajo de Cave und su escudero musical Warren Ellis presentarlas en la gira postpandémica en la que están sumergidos en la actualidad (y que les traerá el próximo 4 de junio al Primavera Sound). En oposición al blanco y negro de la primera película, la nueva está filmada a color, en hermosos ocres y verdes. Pero sí que vuelven a proliferar esos espectaculares flashazos de blanco cegador y estroboscópico, y los travellings sobre raíles que tan bien parecen acompañar a la solemne y dramática música de esta banda.

El comienzo es fascinante, con Cave mostrando una colección de figurillas que esculpió zwischen 2020 und 2021, tras aprender cerámica durante elconfamiento: cada una muestra una escena de la vida del Diablo y son (además de sorprendentemente bonitas) una sucesión que se torna casi cómica (por lo interminable), y que parece ofrecer un destello de la creatividad obsesiva del australiano. También hay un momento de congoja entre el público cuando muestra „el diablo sacrificando a un chico“ seguido de un plano silencioso de Cave: la reciente muerte de otro de sus hijos no pasaba inadvertida en la sala, como una fatídica casualidad.

Sin embargo, ese inicio tan cautivador da lugar a una primera hora inesperadamente monótona. No quiere decir esto que no sea disfrutable y bella: estéticamente es todo impecable, como he señalado, y las canciones son exquisitas: en este formato minimo de delicadas voces y colchones de sintetizador, la música de Cave y Ellis suena a ratos como una especie de deliciosa Enya gótica. Probieren Sie die Trailer zu den Promi-Entrevistas, Deklarationen der Protagonisten und die Propia ‚One More Time With Feeling‘ aus, um eine dynamische Kombination aus Gesprächen und Musik zu einem großen Teil der Welt zu machen. Así que conforme pasaban los minutos aumentaba mi impaciencia por escuchar esas revelaciones fascinantes que nunca llegaban. Conforme el tiempo avanzaba, a pesar de las bellas imágenes, al final mi mente no podía evitar distraerse en detalles irrelevantes: ¿por qué Warren ya no usa un Microkorg? ¿Por qué el sonido no está bien sincronizado con la imagen, que va ligeramente adelantada? ¿Por qué lo que me estaba sonando a glorioso Badalamenti oa Mary Margaret O’hara empieza a recordarme por momentos a Jon & Vangelis? ¿Qué hace un hipster a la batería, y por qué no está tocando Thomas Wydler? Sólo la presencia invitada, sublime, de Marianne Faithfull, da algo de verdadera emoción a esa bella pero tediosa primera hora. Su intervención, minima y fascinante, está tan llena de vida y calor humano como su anciana mirada.

Por suerte, en su segunda hora, ‚This Much I Know Is True‘ empieza a coger la altura y sustancia que prometía a priori. Es entonces cuando empiezan las entrevistas, intercaladas con momentos musicales, y aportando interesantes explicaciones del proceso creativo de la pareja, de su relación, y de ellos como excéntricos personajes. Así, aprendemos que Ellis y Cave extraen unos pocos gramos de oro musical de cientos de horas de improvisaciones, de las cuales la mayor parte son „an ocean of bullshit“. O que Cave ya ha asumido que traer a esas sesiones canciones empezadas en casa no sirve para nada con alguien como Warren, hecho que explica entre irritado y diversitido. Ellis por su parte beschreiben die Faszination in den ersten Sitzungen von ‚Ghosteen‘, ein Moment, in dem Nick Salió Corriendo „Harto de Tantos Soft Pads“ (Colchones de Sintetizador) enthält. A modo illustrivo, la pelicula reconstruye cómo cogen un fragmento de una de esas improvisaciones y lo convierten en la trascendental ‚Waiting For You‘. Entwerfen Sie, wie Sie den Macbook-Schreiber von Warren Ellis finden, weil Sie eine Idee haben, viel mehr zu sehen, als Sie von Nick Cave debattiert wurden.

Paralelamente a ese giro por fin interesante, la música se vuelve también más excitante en esta segunda parte: Cave se pone de pie por fin y nos muestra un poco de ese personaje amenazante, tenso, hermoso, que puede llegar as ser en directo: el despertar empieza con ‚Hand of God‘, que transforman para el directo in ein spektakuläres Stück mit einem inesperado beat programado, convirtiendo la inicialmente contemplativa canción en a specie of ‚Rave Blues‘. La interpretación de ‚White Elephant‘ ist wunderbar, mit dem kostbaren Orquesta, den Coristas und dieser Haube ist Trip-Hop. „Lavender Fields“ suena emocionante, mientras se intercalan fragmentos de declaraciones en las que se ve a un Cave a ratos satisfecho („Ich bin glücklicher als früher“), a ratos Mosqueado („Ich hasse es, Filme zu machen“, Würfel cuando tiene que repetir una canción entera ante las cámaras por un error técnico) y definitivamente encantado de responder preguntas sobre su projecto Rote Handfeilen (La Mailing List y Web en la que contesta acerca de cualquier thema planteado por sus fans), el cual parece haberle ayudado mucho a entender mejor su sitio en el mundo, y que beschreiben como „mi práctica espiritual“.

Momentos así son los que habría sido maravilloso encontrar en el otro 50% de la película, pero menos da una piedra. Porque converte la peli coge altura, todo parece cada vez mejor: las canciones me van emocionando más y más, las luces de emergencia cutres de este cine -que llevan toda la película encendiéndose y apagándose sin ton ni son-parecen por momentos sincronizarse mágicamente con los estrobos de la película, y hasta el sonido está ya correctamente sincronizado para cuando suena ‚Balcony Man‘ en los minutos finales, cuya letra concluye -a modo de rúbrica- con los versos ‚This much I know to be true‘.



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