El presunto jefe de la organización colombiana de narcos desmantelada en una nave industrial de Cehegín (Murcia), tal como ha adelantado Levante-EMV, del grupo Prensa Ibérica, este jueves, fue apresado al acudir en persona al recinto, harto de que sus hombres fuesen incapaces de recuperar la droga del interior de los enormes bloques de mármol en los que fue transportada por vía marítima desde Suramérica.
Así se desprende de las investigaciones realizadas por el equipo de delincuencia organizada y drogas (EDOA) de la Guardia Civil de Palma con el apoyo de un grupo especializado de la unidad central operativa (UCO), y que han permitido sacar del mercado 1.300 kilos de cocaína -100 más de los inicialmente calculados, antes del pesaje definitivo- y detener a ocho personas, siete hombres y una mujer.
Un grupo valenciano bajo la lupa desde 2022
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El grupo estaba bajo investigación desde finales de 2022, cuando los agentes antinarcóticos palmesanos dieron con un grupo integrado por colombianos y asentado en Valencia, que estaría importando grandes cargamentos de cocaína desde su país.
La primera incautación a esta organización se produjo a principios de agosto en el puerto de Palma, solo dos días después de que los agentes, que ya estaban sobre la pista tanto del presunto cabecilla como de sus dos lugartenientes, afincados en Valencia y en un municipio del Camp de Túria, vieran a uno de los hombres de confianza del jefe entregándole una bolsa con la droga a un hombre.
Los primeros 10 kilos
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A partir de ahí, solo tuvieron que seguirlo y ver cómo subía en el puerto de Valencia a un ferry con destino a Palma con su vehículo pesado cargado de fruta -y de la bolsa sospechosa-. Al llegar a la capital mallorquina, solo tuvieron que pasar el perro adiestrado en la detección de drogas. Los animales marcaron la bolsa, los guardias la abrieron y en el interior estaban los 10 kilos de cocaína. El camionero, valenciano y de 54 años, fue inmediatamente detenido.
Desde ese momento, y ya con la certeza de que estaban preparando un negocio de narcotráfico mucho más grande, mantuvieron las vigilancias sobre el grupo de presuntos narcotraficantes, lo que llevó a los investigadores a averiguar que habían alquilado una nave industrial en Cehegín, un chalé cerca y, a última hora, una furgoneta con la que pretendían, supuestamente, trasladar la droga hasta su destino final, que no era ni Valencia, ni, obviamente, Murcia.
¿Entró por el Puerto de Valencia?
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Todo ello activó las alertas de los agentes antidroga, que pusieron en marcha la última fase de la operación. Para ello, intensificaron aún más la vigilancia sobre los sospechosos, lo que les permitió saber que la droga ya estaba en el almacén de Cehegín -todo apunta a que entró por el Puerto de Valencia, pero los investigadores no han logrado certificar aún ese dato-.
Pero, para sorpresa de los guardias civiles, la extracción de la droga se fue demorando un día tras otro tras acumulárseles las complicaciones a los presuntos narcos. El estupefaciente, tal como adelantó este jueves en exclusiva Levante-EMV, llegó oculta en cilindros escondidos en el interior de tres enormes bloques de mármol, por lo que para recuperarla debían serrar la piedra, aunque con suficiente cuidado como para no llegar hasta la cocaína y terminar pulverizándola por toda la nave.
Una rocambolesca extracción
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La primera máquina elegida resultó estar averiada, lo que, unido al puente de la Constitución y de la Inmaculada y sus festivos, les obligó a posponer la maniobra de extracción. Y cuando la retomaron, continuaron los problemas, tanto con el flujo del agua necesario para refrigerar de manera constante la piedra y la propia sierra, como con la maquinaria de corte, que se les acabó quemando.
Así las cosas, y viendo que los ‘operarios’ no acababan de ser capaces de sacar la droga, lo que estaba ralentizando todo el negocio y aumentando el riesgo de ser descubiertos, llevó al presunto máximo responsable de la organización a trasladarse en persona desde Valencia a Cehegín para poner orden.
Todos a prisión
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Su llegada coincidió con el momento en que los responsables de la extracción ya habían logrado sacar la cocaína del primero de los bloques, justo lo que la Guardia Civil estaba esperando para entrar y detenerlos, así que, contra todo pronóstico, los agentes culminaron la operación apresando al peso pesado de la organización, algo absolutamente inusual en esas circunstancias, ya que los jefes jamás se arriesgan a participar en las labores de manipulación directa de la droga para evitar riesgos.
Uno de los detenidos en la nave de Cehegín (Murcia) con 1.300 kilos de cocaína, es escoltado por la Guardia Civil en el juzgado de Caravaca de la Cruz. ENRIQUE SOLER
De los ocho detenidos inicialmente, solo siete pasaron este jueves a disposición judicial: seis -los que estaban en la nave-, ante el juez de Instrucción 3 de Caravaca de la Cruz, partido judicial al que pertenece Cehegín, en funciones de guardia, y uno -el segundo lugarteniente-, ante la jueza de Instrucción 21 de Valencia, también en funciones de guardia. Los siete fueron ayer mismo a prisión por orden judicial. La octava persona arrestada es la mujer del presunto cabecilla, que quedó en libertad tras comparecer ante la Guardia Civil.
7,6 toneladas en dos meses
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Con este nuevo cargamento ya son 7,6 las toneladas de esta cocaína que las fuerzas de seguridad sacan del mercado negro tras haber accedido a través del puerto valenciano, el tercero con más incautaciones de cocaína de toda Europa, por detrás de los de Amberes y Rotterdam, recintos portuarios que han desbancado al valenciano en los últimos años.
Hasta entonces, y desde hace prácticamente dos décadas, el Puerto de Valencia era la principal puerta de entrada a Europa de la cocaína enviada por vía marítima desde Suramérica. O, al menos, el recinto con mayor número de incautaciones.