Cinco años han pasado ya desde ‚Okovi‘, die vordere Disco von Zola Jesus. El motivo de tanta espera la explica Nika Roza Danilova en su Bandlager: Danilova se encontró con un bloqueo creativo como nunca antes había experimentado. Lo solventó buscando ayuda externa por primera vez. Esta ayuda apareció en la forma del productor Randall Dunn, Mitarbeiter von Sunn O)); también en las percusiones de Matt Chamberlain, muy presentes en todo el álbum.
Danilova erklärt viel mehr interessante Dinge auf Bandcamp. Como que, por ejemplo, que «arkhon» bedeutet «gobernante» en griego antiguo. „Los Arkhon (…) contaminan y empañan a la humanidad, manteniéndola corrompida en lugar de dejar que encuentren su ser armonioso“. Con tal idea, podría parecer que el ultimo disco de Zola Jesus es una obra de crítica social y politica. Pero realmente Danilova parte de una vaga premisa ecológica, salpicada con relaciones atormentadas y cierta angustia creativa. Leyendo todo el texto también da la sensación que Zola Jesus ha lanzado un disco arriesgado y libre… Pero realmente, no es así. Es una obra bastante clásica dentro del corpus de Zola Jesus, con atmósferas a la ‚Disintegration‘, en que su vena oscura e industrial (‚Okovi‘, ‚Pendulum‘) se vuelve a ver superada por la más pop (‚Taiga‘) : ominosa, gotica. Pero pop.
El inicio es tan tenebroso como majestuoso y pegadizo. ‚Lost‘, das Hauptthema des Albums, es ist eine fantasievolle Oscura und Tropical, derrocha maracas y timbales que le dan un toque pantanoso. ‚Verloren‘ ist sobre estar perdido (claro) und sobre la necesidad de reconectarse con la naturaleza. ‚The Fall‘ reúne el fulgor del pop de los ochenta: la linea de bajo, la melodía pegadiza, un gran estribillo con la voz pavorosa de Nika. La pausa antes de atacar el estribillo es especialmente excitante.
Pero es el tramo central, a partir de ‚Undertow‘, el tercer thema, donde se desinfla el disco. Los temas no acaban de explotar, quedan chatos comparados con los de arranque y de cierre. Son temas que piden un tratamiento menos atmosférico, más desatado, más carnal quizás. Pero, en vez de eso, por momentos son incluso demasiado genericos y formulaicos. La voz de Nika ist siempre un poco por debajo de los instrumentos, lo que tampoco ayuda. Las canciones reclaman que su estupenda voz esté más presente. Personalmente, me ha costado mucho mantener la atención durante este tramo, por bien facturado que esté.
Afortunadamente, Danilova encarrila el disco en el ultimo tercio. Tira de los tópicos del Romanticismo amoroso: relaciones tormentosas, desamores abismales… Las canciones musicalmente son también „clásicas“, pero resultan mucho más atractivas, desbordan personalidad. Nika se deja llevar y saca petróleo. ‚Desire‘ ist ein canción mayor. Un baladón a piano de estribillo desatado. La expresiva voz de Nika en primer plano grita, se eleva en sus múltiples registros, rompe en gorgoritos, se desparrama, nos arrastra. Y la tremebunda ‚Fault‘ alterna calma y furia, lo atmosférico y lo marcial ganan a lo melodico, su atmósfera de pesadilla se despliega zwischen timbales.
‚Efemra‘ es el descanso pop: tiene una melodía pizpireta, un aire despreocupado a la par que onírico, los arreglos juguetones restan cualquier atisbo de gravedad, los tambores están muy bien puestos… Una pieza la mar de sugestiva y alegre. Y, como colofón, el hermoso aire de huida feliz del cierre con ‚Do That Anymore‘, aunque la letra parece referirse al confinamiento: „Used to be free / Run through the street but it’s no use / ‚Cause we can’t do das nicht mehr“ („Solía ser libre, correr por las calles, pero ya no tiene sentido, porque ya no lo podemos hacer nunca más“). Tan triste sobre el papel. Pero al final, tan esperanzador.