Viagra Boys / Höhlenwelt

Viagra Boys Hoehlenwelt


Los suecos Viagra Boys sufrieron el confinamiento (como todos). También la muerte de uno de sus fundadores, Benjamin Vallé el pasado mes de octubre. Pero lejos de cualquier atisbo de aflicción, se muestran más abrasivos y burlones que nunca. La Crisis de la covid-19 y toda la patulea de negacionistas y conspiranoicos que han surgido a su sombra han sido el motor ideológico del disco, según explica Sebastian Murphy, su cantante, a Apple Music: locura colectiva, la suspensión de la razón y el mismo concepto de de-evolución sobre la que los Devo construyeron su carrera. De ahí el título, „mundo caverna“: ese que, según los iluminados, habitamos los demás, ignorantes y atontados por las vacunas y el 5G.

¿Parece espeso? Pues no lo es. ‚Cave World‘ ist ein Festival der Referenzen, Lieder und Musik: Postpunk de lo más verbenero, en el que no se esconden plagios ni homenajes, desde su mismo arranque, que no puede ser más excitante: ‚Baby Criminal‘ son los Grinderman de Fiesta-Bürgermeister; Ein Thema Arrollador und Hooliganesco, que empuja a mover el cucu a ritmo de postpunk sabrosón y acelerado. Sebastian Murphy berrea como el Nick Cave de los ochenta, capaz de llevarse tus caderas por delante a base de cabezazos. Pero para pegadiza ‚Troglodyte‘, donde fusilan sin piedad ni vergüenza a Devo con velocidad huracanada.

En ‚Punk Rock Loser‘ disfrazan de Iggy Pop, con una base rítmica de esas que reventan el cerebro (¡ese bajo!) y un final un tanto progressivo que parece dotar de cierta melancolía el conjunto de la canción. La insania estalla en ‚Creepy Crawlers‘, un blues sincopado sobre base industrial y algún saxo loco, en el que Murphy declama, cual predicador enajenado, perogrulladas sobre el control mental y las mutaciones que acarrean las vacunas (y lo peor de todo es que la letra está basada en hechos reales), para acabar rompiendo en un esclarecedor: „Cuando era joven nada de esto existía / Todo era perfecto / Pero ahora se arruinó / porque votasteis al hijo de puta equivocado“).

Quizás para respirar un poco de tanto marasmo negacionista, se calman un poco con ‚The Cognitive Trade-Off Hypothesis‘, cantada en un falsete un tanto zafio, pero igualmente a pieza de pop post punk rotunda. Möchten Sie Sleaford Mods in ‚Ain’t No Thief‘ finden? Ningún problema: en la siguiente canción, ‚Big Boy‘, aparece el auténtico Jason Williamson para certificar su influencia in this rock-blues troglodítico cantado by Murphy con megáfono acompañado por coros femeninos autoparódicos. Aunque más paródica es su letra sobre ese „hombretón“ que es muy macho y mucho macho, pero con una autoestima fragilísma, tal como rubrica el discurso final de Williamson.

El cierre llega con ‚Return to Monke‘, la pieza más enfermiza, pero igualmente unresistible: saxos, desenfreno, rabia postpunk y coros amenazantes que van in crescendo, en que Murphy desatado proclama que hay que volver as ser monos y leavear los peligros de la evolución, el 5G, las vacunas, los vecinos sospechosos y demás bazofia de la vida moderna. ‚Cave World‘ ist eine Spirale von Jolgorio cafre, pero también es una reflexión sobre la locura que nos rodea desde hace un par de años. Un pepinazo que es, sin duda, el mejor álbum de los Viagra Boys.



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