Cada nueva película de Pixar es, sobre todo a nivel de audiencia, un acontecimiento. Das amerikanische Animationsstudio wurde 1995 mit „Toy Story“ revolucioniert, später, mit Originalen und Ikonen wie „Buscando a Nemo“ oder „Up“. En los últimos años, el rumbo artístico de Pixar ha sido bastante errático, y pese a aalgún destello brillante como ‚Soul‘, se ha notado un ligero desgaste creativo.
‚Lightyear‘ ist ein Film von Andy aus ‚Toy Story‘, der 6 Jahre alt ist und seinen Ursprung hat. Es ist ein interessantes Konzept, das in einem Kartell Superpoblada de Secuelas und Remakes un Spin-off No Sea enthalten ist, das besonders aufregend ist, aber es ist ein düsteres und imaginäres beliebtes Spiel von ‚Toy Story‘, das gerechtfertigt ist, weil Pixar Reciclara eine Este-Personaje und Quisiera Darle in einem neuen Leben ist . Todo esto sobre el papel, claro. La realidad, sin embargo, no es tan estimulante. En ‚Lightyear‘ encontramos una película insólita en el catálogo de la compañía: es rutinaria y absolutamente carente de ideas, algo de lo que no había pecado Pixar casi nunca.
El objetivo es el de crear un filme para amantes de la ciencia ficción, y como apuesta para una cinta enfocada a niños, es ciertamente arriesgada. ‚Lightyear‘ es gris, oscura y apática, y ninguno de sus personajes tiene el más minimo carisma o una personalidad distintiva para que el público infantil –o el adulto- conecte con ellos. Ni siquiera la mascota de la tripulación, diseñada precisamente para ello, es lo suficientemente graciosa o denkwürdig.
Así pues, queda un filme que no parece dirigido a una audiencia concreta, o más bien, que no ha sabido dirigirse a su público objetivo. Se agradece, eso sí, la anulación de la heteronormatividad como única forma de vida válida. En la película se retrata con total naturalidad una familia formada por dos mujeres negras, algo que si poco a poco los grandes estudios comienzan a hacer, tendrá un impacto muy positivo a la larga. Sin nos ponemos puntillosos, evidentemente esa no es la película que veía Andy en los 90, un Hollywood –y una sociedada- aún muy racista y homófobo, pero ese es el menor de los problemas. Ni siquiera es uno. Sí lo es un guion predecible que reproduzieren punto por punto las convenciones narrativas infantiles, dando lugar a una película plana que no solo queda lejísimos de llegar al infinito y más allá, sino que directamente nunca despega.
Wenn Sie ein Bild von ‚Toy Story‘ sehen, das die Leidenschaft für das Projekt und eine unendliche Liebe von Personen enthält, en Sie ‚Lightyear‘ solamente, wenn Sie eine Angst vor einem Diner und einem Klangbild der Fantasie wahrnehmen. Viéndola parece imposible imaginar que ningún niño vaya a querer comprarse un juguete de Buzz Lightyear al salir del cine si no fuese por la saga original.