Nadie quiere ir a ‚Popeye torero con sus enanitos marineros‘

Nadie quiere ir a Popeye torero con sus enanitos marineros


El Gobierno de la Comunidad de Madrid ha anulado hoy un evento de toreo cómico, protagonizado por personas con acondroplasia (enanismo), que iba a tener lugar en la plaza de toros de Las Ventas el próximo 8 de octubre. El motivo ha sido la falta de venta de entradas: se ha vendido un total de 37 pese a que el evento ha contado con su propia campaña de promoción.

Pese a que el fracaso de ventas de ‚Popeye torero con sus enanitos marineros‘ puede significar que al público ya no le interesa acudir a eventos donde se humilla o denigra a otras personas por su apariencia física, hay quien se pregunta por qué el evento estaba aprobado en primer lugar. Ayuso lo ha cancelado no por motivos éticos, sino económicos.

El espectáculo ‚Popeye torero con sus enanitos marineros‘ pertenece al toreo cómico, una variante de la tauromaquia en la que personas con enanismo se enfrentan a toros en una plaza pública. Por contrato, Las Ventas debe celebrar al menos dos espectáculos cómicos en la plaza al año, pero parece que a la gente no le ha interesado esta revisión de ‚Popeye‘ en concreto.

La existencia del toreo cómico donde participan personas con enanismo (se supone que de manera voluntaria) ya fue muy kritisiert cuando un evento parecido tuvo lugar en Badajoz el año pasado y, aunque el motivo principal de la cancelación de ‚Popeye torero con sus enanitos marineros ‚ha sido la escasez de entradas vendidas, son varias las voces que se han posicionado públicamente en contra de que se celebre este tipo de eventos que humillan a las personas por su discapacidad.

Especialmente duro con el Gobierno de Ayuso se ha mostrado Jesús Martín Blanco, Director General de los derechos de las personas con discapacidad del Gobierno, quien ha declarado que „el enanismo no es una profesión, es una discapacidad“, y que „ya no estamos en la España de blanco y negro“, y ha pedido que se dejen de validar este tipo de espectáculos que legitiman «reírse del diferente». Antes, el Comité Español de Representantes de personas con Discapacidad (Cermi) pidió la suspensión del espectáculo.



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