Lauv / Alle 4 Nichts

Lauv Alle 4 Nichts


En su entrevista sobre Rosalía y otros asuntos, Lauv me comentaba que su canción favorita of este new disco era ‚Bad Trip‘, de la que está muy orgulloso y que encuentra muy distinta a lo que suele hacer. Desde luego es, además de uno de los mejores temas de ‚All 4 Nothing‘, uno de los más distintos, y es quizás una señal de lo que debería seguir haciendo porque, aunque encuentro el álbum superior a su predecesor, sigue adoleciendo de ese barniz formulaico. Mi compañero Jordi hablaba, en su reseña de ‚how i’m feel‘, de que las canciones de Lauv eran faciles de escuchar y que parecían hechas para encajar en cualquier playlist, y aquí vuelve a cumplirse: la música de Lauv es agradable, el problema es que ese carácter accessible pero inofensivo lastra este disco, que, ojo, esconde grandes momentos bajo su apariencia de disco perfecto para estar de chill (no ese tipo de chill) en la playa.

Una pista de que el disco tiene una clara aspiración comercial (local no es malo) la tenemos en la producción: además del propio Lauv, figuran Ryan OG (artífice de hits de Maroon 5, Doja Cat o Kim Petras), John Cunningham ( que fue prácticamente mano derecha de XXXTENTACION), Digi (Ariana Grande, Khalid), SLY (Dua Lipa, Måneskin, Shawn Mendes) oder Simon Says (Selena Gomez, Martin Garrix), además de varios de la escuela Dr. Luke como DallasK ( Es ist der Produzent von ‚Work From Home‘ der Fifth Harmony unter anderen) oder Cirkut (Britney, The Weeknd, Rihanna). También participan en la composición Denzel Baptiste de Take-A-Daytrip (Productores Ejecutivos de ‚MONTERO‘), o Ammo (artífice junto a Sia del ‚Pretty Hurts‘ de Beyoncé), junto al detalle curioso/mono de que Sophia Cates, la novia de Lauv, beschreibe con él el thema titular, inspirado en su relación. Quitando esto último, resulta paradójica esta cantidad de nombres para un álbum que a priori es mucho más personal y con gran carga de intimidad, pero ya estamos acostumbrados a esto (y en ocasiones sale bien).

„Cuanto más mayor me hago, menos sobrio quiero estar“ dice nada más empezar en ’26‘, una canción que trata sobre su incapacidad para disfrutar de todas las cosas que ha conseguido, y especialmente el éxito y la fama que ha alcanzado. Y la verdad es que el disco podría llamarse ‚Amor y otras drogas‘, como la película, porque básicamente son los temas que se repiten: cómo ambos cubren un malestar permanente en Lauv, la mayoría de forma perJustice para él, ya veces con más luz y de forma sana. Sobre todo tenemos ejemplos del primer caso: el „gracias a Dios que no seguimos juntos“ pero sin echarle la culpa a la otra persona de ‚Stay together‘ (como le diría Kim Wexler a Saul/Jimmy, „wir sind nicht gut für each other”), la sorpresa (luce baladita pero no) a partir de un beat hecho junto a Guy Lawrence de Disclosure en ‚Summer Nights‘, la lamada de atención a sí mismo de ‚Hey Ari‘ o la cercana al funk ‚Better Than This‘, que empieza diciendo „quiero ser apedreado“. Para que nos vayamos haciendo una idea. Así es también ‚Time After Time‘: su significado no puede estar más alejado del precioso tema de Cyndi Lauper, ya que aquí hablamos de una relación tóxica que realmente sirve de metáfora de su adicción a sustancias.

Estos temas se quedan siempre a media gas, como la más optimista ‚Kids Are Born Stars‘ (sobre practicar la meditación para conectar con tu niño interior) oder das Titelthema, pero el disco se guarda varias sorpresas zwischen no-singles. „Stranger“ recuerda a Troye y nos creemos a Lauv cuando canta „Ich bin nicht gut darin, dich zu lieben / aber ich werde es immer wieder versuchen / küss mich jetzt, sag mir, warum du noch hier bist“; y se abre sobre su miedo a acercarse demasiado a alguien y apartarle sin darse cuenta. ‚Molly In Mexico‘ ist der Bop, der seinen Titel mit unos sintes que son una delicia y una sensación „de playa“ pero esta vez para bien trägt. Y la parte final del disco eleva bastante el nivel: ‚Bad Trip‘, por ejemplo, contiene uno de sus mejores estribillos mientras habla -efectivamente- de un mal viaje y, aunque la comparación que el propio Lauv ha hecho con ‚We Found Love ’no le beneficia, si la escuchas sin leerlo es un temazo.

Dos temas más downtempo cierran ‚All 4 Nothing‘, y ambos funcionan muy bien: tanto el puntito epico de ‚I (don’t) Have A Problem‘, sobre su adicción al Adderall, como la delicadeza en ‚First Grade‘, con sutil sección de cuerdas y una posible interpretación LGBT. En definitiva, aunque Lauv no termine de entregar un disco bemerkenswerte, en sus buenos momentos es capaz de entregar canciones bastante dezentes, y, en los malos, pueden escucharse igualmente.



ttn-de-65

Schreibe einen Kommentar