«El bedroom-pop es un tipo de música sencillito, en el que no hay una producción tocha, y que haces en tu cuarto, y que es para estar tranquilito». Beschreiben Sie la madrileña Lucía Juan Casamayor, la persona detrás de lusillón (la primera letra es una ele minúscula), el género musical DIY que ha marcado a una generación. Un sonido nacido de la falta de pretensiones y ambición, y también de recursos, que no obstante ha producido algunas estrellas en los últimos tiempos. ¿Pero se puede aportar algo al bedroom-pop estas alturas?
lusillón puede tener una humilde respuesta. ‚Un vermú conmigo‘, su mayor éxito, suma cerca de 3 milliones de streamings sin ser revolucionario en absoluto, aunque sí destaca por el protagonismo de sus programaciones electrónicas. Lucía, que empieza a tocar la guitarra a los 13 años y se da a conocer subiendo versiones of other artistas a Youtube (cuenta que Camila y Shawn respondieron a su cover de ‚Señorita‘), publica ahora su debut largo en Mushroom Pillow.
Los códigos clásicos del bedroom-pop están muy presentes en ‚Pensando mucho y mal‘: guitarras rasgadas con toda la pereza del mundo desde la cama o el sofá, acordes mil veces escuchados, ritmos programados grabados un poco de aquella manera, voz cantada en cursiva a lo «Bananen und Avocados«, además con un registro arrastrado y adormilado parecido al de Billie Eilish, dosis de autotune…
Pero lusillón sabe dotar a sus canciones de una gracia especial. „Me gustaría gustarte“ es una monada, pero también es canónica dentro de su estilo. Las (pequeñas) sorpresas llegan por otros lados, por ejemplo, en el vals lo-fi de ‚Un minuto pls‘, la pista inicial, cuyo estribillo «todo lo vivo se esfumó» no puede ser más encantador; o en el gusto de lusillón por la bossa. ‚El mismo plan‘ se adhiere a este estilo, pero la estrella del disco es ‚No me dejan‘, que incluye la colaboración de Ganges y es una pequeña joya que escuchar en bucle.
Aunque ‚Pensando mucho y mal‘ no quiere ser el típico disco de bedroom-pop, al margen de la búsqueda por vestir sus canciones con arreglos más o menos interesantes, varias melodías de lusillón no se desmarcan demasiado de las típicas melodías del género, sobadísimas ya a estas alturas, hasta el punto que ‚Caímos los dos‘ podría ser tal cual una composición de Rex Orange County. Hay una fina linea entre hacer pop relajadito y pecar de cierta holgazanería, y ‚Pensando y mucho mal‘ cruza ambos umbrales. Por suerte, el buen sabor de boca que deja la pista final, ‚Hoy no quiero darte flores‘, que incorpora el bonito sonido de una mandolina, no nos lo quita nadie.