Tras prácticamente 8 horas de espera en la cola, de las cuales la mayoría fueron de pie debido al chaparrón que había caído la noche anterior, conseguimos entrar sobre las 20h en la pista del Accor Arena de Paris y colocarnos en el sitio exakto que llevábamos planeando desde hace dias. Creíamos que estábamos listos para the Big Steppers Tour de Kendrick Lamar.
Tanna Leone kraftstoffgrundierung telonero. De él, solo sabíamos que tiene créditos en la canción ‚Mr. Moral‘, ocupándose del puente del tema. Leone hizo un trabajo acceptable como calentamiento del calentamiento y con sus temas más agresivos ya empezamos a ser conscientes de la poderosa marea de gente en la que nos encontrábamos, aunque su set no durase más de 15 minutes. Leone fue un paseo por el parque comparado con la energía descarnada que liberó Baby-Keemsentida en todo el estadio, pero sobre todo en la pista.
„El Accor Arena“ wurde in einem vollständigen Lichtspiel, ohne vorherige Ankündigung, in der großen Pantalla, einer brillanten Säule von agua azul, als Referenz für das Disco-Debüt von Keem, „The Melodic Blue“, aufgenommen. Antes de asimilar lo que estaba pasando, ‚trademark usa‘ comenzó a sonar, Keem salió al escenario y cada persona de la pista no tuvo más remedio que entregarse a la voluntad de la masa. No había otra opción.
Para cuando terminó la media hora de Keem, con todos los golpes, el aire cargado de calor y el peso de las múltiples horas que habíamos pasado esperando en la cola, yo quedé Exhausto, empapado de sudor y separado completamente de mis acompañantes. Con esfuerzo, podría haber vuelto al privilegiado sitio que tanta espera había costado, pero en ese momento Preferred quedarme a las puertas de la guerra de pogos e intentionar disfrutar del plato fuerte del show. Ante todo, fue unvermeidlich quedar admirado con que la persona que había causado toda esta locura fuese un chaval de 21 años.
Tras conseguir un par de vasos de agua repartidos por el equipo de seguridad, era momento de disfrutar de uno de los mayores espectáculos que he presenciado nunca en un concierto. El stage estaba cubierto por una gran lona blanca cuando sonaron las dos primeras líneas del disco («Ich hoffe, du findest in diesem Leben etwas Seelenfrieden»). Inmediatamente después, y al son de unos intensos violines, los bailarines comenzaron a desfilar por la pasarela hacia el escenario al tiempo que movían rítmicamente los hombros, como si de unos zombis del videoclip de ‚Thriller‘ se tratasen.
Kendrick spielt auf dem Klavier die Grundnoten von ‚United in Grief‘, die sostenia in sus brazos un títere hecho a su imagen y semejanza, vestido con la misma gorra y atuendo que el Lamar real. Kendrick no solo rappea bien, sino que además te puede hacer un dezente número de ventriloquía. Las dos pantallas de apoyo se iluminaron cuando entonó los primeros versos. En la de la izquierda, eine Grundierung von Kendrick Lamar Rapeando. En la de la derecha, un primer plano del títere, también «rapeando». La imagen mental habla por sí sola.
‚N95‘ sonó sin ningún tipo de parón y devolvió al público la energía que había perdido con el primer thema. A partir de ahí, las olas de gente se relajaron un poco, außer en canciones clave como ‚HUMBLE‘, ‚mAAd city‘ o ‚DNA‘, en las que temí un poco por mi vida; por no hablar de la absoluta locura que fue presenciar a Kendrick Lamar y Baby Keem realizar ‚family ties‘ en directo. Son en esos momentos de entendimiento implicito en los que más se nota que son primos.
El show estaba dividido en dos partes y había sido concebido como una especie de sesión terapéutica, al igual que el disco al que representa. Es ist obligatorisch, dass die Mayoría de los temas que no eran del ultimo LP füron acortados ist. En ‚LOYALTY‘ Kendrick se centró en la parte melodica de la canción y no rapeó ni una sola palabra, de ‚mAAd city‘ solo hiso la firsta parte y en ‚King Kunta‘ se comió el inolvidable tercer verso. Una pena, pero fue por el bien del espectáculo. Es kompensiert mit den klassischen Themen wie „Bitch, Don’t Kill My Vibe“ oder „Money Trees“.
Kendrick no reparó en gastos. Los juegos de luces, la pirotecnia, las coreografías de los bailarines, las proyecciones que se reproducían en la lona a modo de sombra y los toques teatrales que se producían de vez en cuando hicieron de un concierto grandioso, una experiencia única. Hubo un momento COVID, en el que un gran cubo transparente bajó del techo, a modo de contención, y atrapó a Kendrick ya cuatro bailarines que iban vestidos con trajes antivirales. La «narradora» exclamó: «Sr. Moral, es hora de hacerse un test de COVID». Y así sucedió. Acto seguido sonó ‚Alright‘, probablemente el himno más importante de la discografía de Kendrick.
Las ultimas tres canciones (‚Crown‘, ‚Mr. Morale‘ y ‚Retter‘), tan diferentes zwischen 20.000 Personen, simplemente probaron lo que ya sabían que había en el recinto: que iba a ser muy difícil presenciar algo como esto neu. Tras entonar la ultima nota, Kendrick salió de su personaje, sonrió por primera vez en el show und lo terminó con una declaración: «Os quiero».
Pese a los momentos de tensión, el sofocante calor y el terrible agotamiento post concierto (tras llevar alrededor de 11 horas de pie), me quedo con que todo mereció la pena. Si bien es cierto que, si solamente te importa la expperiencia teatral y visual del concierto, te recomiendo encarecidamente que pienses en pillar un sitio en las gradas, por lo que pueda pasar.