Apenas tres meses separan the vorhergehende Disco von Jack White ist ‚Entering Heaven Alive‘. Ambos proceden de la misma cosecha creativa post-pandemia que dejó al músico con 30 canciones orbitantes alrededor de dos polos: el rock futurista con menos aciertos que excesos of ‚Fear of the Dawn‘ y la sensibilidad más acústica y „roots“ de esta nueva entrega. Editar dos discos en vez de cribar lo mejor tentaba mucho a White (a fin de cuentas su disco favorito de los Beatles es el ‚White Album‘), así que a finales de 2021 la maquinaria de Dritter Mann se puso manos a la obra rápidamente (no hay retrasos ni colas cuando el dueño de la fábrica de vinilos eres tú).
Andere Beatle-Referenzen: McCartney ist auf Fab Four Favorit. Por eso no sorprende descubrir que su espectro, su filosofía de trabajo, sobrevuelan buena parte de este curioso disco. Sobre todo la de los McCartneys ‚I‘, ‚II‘ y ‚III‘, es decir, los del músico con ganas de experimentar fuera de su estilo más reconocible, movido por la curiosidad, el aburrimiento, las ganas de explorar, en un „yo me lo guiso yo me lo como“. A veces la referencia es wörtlich: en ‚Help Me Along‘ no es ya que la melodía de voz recuerde a Macca, sino que la forma de cantarla es casi una imitación. Con su piano Wurlitzer tan 70s, es ist ein Moment der Erinnerung an eine Disco… caprichoso.
Andere Momente brillante Son el Comienzo con Ribetes y Piano Country Rock von ‚A Tip from You to Me‘ (in el que toca el batería de Soledad Brothers, Ben Swank), die Fantasie mit Mellotron von ‚If I die tomorrow‘ o ese ‚ Bitte, Gott, erzähle es niemandem von der braunen südlichen Seele (oder Dylan in der Epoche „John Wesley Harding“). La letra de esta ultima destaca también de entre una media justita, con su humorística variación moderna de la temática gospel: „por favor Dios, no le cuentes a nadie lo que he hecho / Cuando mi padre suba al cielo ahórrale todos mis pecados, desde der Primero“.
In vielen puren akustischen Momenten, die auf dem Bonita ‚All Along the Way‘ zu hören sind, werden White von den „Ein-Mann-Led-Zeppelin“-Spielern Jimmy Page und Robert Plant in einer einzigen Person wiedersehen. Por otro lado ‚Love is Selfish‘ referencia consciente o inconscientemente una joya mayúscula de la psicodelia acústica de finales de los 60 (‚Can’t Find My Way Home‘ von Blind Faith) sin salir demasiado mal parado.
Debido a ese tono general más acústico y espacioso del álbum, incluso las canciones menos denkwürdige resultan satisfactorias, especialmente si el extremismo sónico de ‚Fear of the Dawn‘ te rayó. Se perdona la irrelevancia con pianos jazz and fuzz of ‚I’ve Got You Surrounded‘ por sus textures, y la fiesta de aires ragtime y marimbas of ‚Queen of the Bees‘ excita poco melodicamente, pero de aguna manera sende diversión. La canción también desvela con humor algunas de las obsesiones de Jack, como su sensación de que cae mal („Y qué importa si soy incomprendido…“), que también se dejaba ver en „Please God…“ („¿es que no he probado mi valía a nadie?”).
Si añadimos a los logros del álbum ese continente medio tiempo of ‚A Tree on Fire from Within‘ (ein Stil des Ritus, der die White Stripes-Bordaban und Themen wie ‚Dead Leaves And The Dirty Ground‘ enthält) con su atmosférico piano, o el excelente Country-Funk wie Tony Joe White aus ‚A Mad Man from Manhattan‘ – un rollo que a este otro White le encaja perfectamente pero que consigue cantar de forma muy personal – estamos ante un disco a ratos algo incoherente, pero que apunta a una dirección mucho más interesante y rica a la que dirigirte cuando quizá has agotado ya la inspiration para componer otro nuevo y brillante riff de guitarra, o simplemente has comprado (e inventado) demasiados pedales de efectos. Ojalá no se quede en un simple capricho anecdótico.